El reconocido, y últimamente polémico,
periodista Beto Ortiz estaría enfrentando un juicio por la dudosa veracidad en
el desarrollo de su popular programa “El Valor de la Verdad”. Las incertidumbres sobre la seriedad del espacio
se habría originado por las presuntas declaraciones de Bryan Barony Romero Leiva (20), hoy asesino de su ex pareja Ruth Thalía Sayas (19) y quien elpasado 7 de
julio, primer día del programa al aire, se presentó como su supuesto novio a
cambio de recibir parte de los S/. 15,000.
Sergún
Romero, ellos habrían terminado su relación en mayo del presente año tras
haberse enterado que trabajaba en un night club de Santa Anita. Pero que Sayas
lo llamó a inicios de julio para que la ayude en programa alegando que Ortiz
estaba dispuesto a llegar a un acuerdo monetario con tal que acate las instrucciones
que se le impongan y finja ser su enamorado en ese entonces para una mayor
credibilidad.
Una
reconocida revista peruana lo ubicó en Huachipa, luego de su aparición en el
programa, donde se dedica a trabajar como mototaxista para costear sus
estudios. Se vio un poco renuente ante el hecho de dar declaraciones por una
posible amenaza de Ortiz o algún regente de frecuencia latina. Pero al no
recibir parte del dinero como se le había prometido, buscó personalmente al
periodista en las instalaciones del canal 2 sin llegar a un acuerdo.
Días
después, recibió una llamada de Ortiz, quien le propuso trabajar con él y darle
beneficios a cambio de su silencio. Aseguró que el conductor de “El Valor de la
Verdad” le planteó pagar sus estudios en una de la más reconocida y prestigiosa
universidad limeña o sí el Romero lo prefería, trabajaría como su asistente.
No volvieron a tener comunicación sino hasta una semana después, en
presencia de los reporteros de la revista antes señalada, luego de que éste lo haya
llamado insistentemente por días sin tener éxito. Esta fue la conversación que sostuvieron:
–Romero: Aló, ¿con Beto?
–Ortiz: De parte…
–R: Le habla Bryan.
–O: Hola, dime.
–R: Ya no llama ya. ¿Lo
que prometió?
–O: ¿Cómo?
–R: ¿Lo que me ofreció?
–O: No te entiendo,
háblame fuerte.
–R: ¿Se acuerda lo que me
ofreció ese día?
–O: Sí
–R: Ya pues, ya no llama
ya, solo ese día me llamó.
–O: Ya, te voy a llamar a
tu celular.
(Ortiz cuelga y Romero vuelve a llamar 5 minutos después).
–R: Aló, Beto. Este…
–O: Oye, estoy en una
reunión, loco. Te llamo cuando termino. Ten un poquito de paciencia.
–R: Ya, pero… ¿dentro de
cuánto?
Ortiz colgó sin responder.